Cuando el técnico acude a tu casa deja todo preparado para que Internet pueda funcionar. Depende de cada hogar y cada circunstancia, hace falta un tipo de instalación u otra. Puede que todo esté listo y baste con conectar el router. Pero puede que no. Que haya que tirar cable por el pasillo o por cualquier habitación sin poder esconderlo. Y hay una cosa que debes tener siempre en cuenta: nunca debes tocar el cable de fibra óptica de tu casa.
Solemos intentar que la instalación no dañe la estética de nuestra casa. Nadie quiere tener un cable por el pasillo pero a veces es inevitable y no puede existir otra alternativa. O en la pared del salón o de la entrada. Y cuando el técnico se va lo doblamos, lo tocamos e intentamos esconderlo. Esto es lo peor que puedes hacer porque solo conseguirás algo: estropear la instalación y que haya que volver a empezar de nuevo para volver a meter todo el cable.
Está muy feo
Puede que haya quien crea que es absurdo tocar el cable porque está feo o no queda bien, pero es algo habitual. Tendemos a esconder el router tras un mueble, con una caja o poniendo cosas delante para que no se vea en el salón, en el pasillo o en el dormitorio. Y al esconderlo también manipulamos el cable. Se ve mucho, se ve feo. Y sueles doblarlo o enrollarlo para esconderlo o simplemente para ordenarlo y se vea lo menos posible. Al girarlo o doblarlo puedes romperlo y hacer que no funcione. Aunque a simple vista parezca que está bien, si el interior del cable está roto no funcionará Internet y tendrás que avisar a la compañía.
Router autoinstalable
Si tienes un router autoinstalable no tendrás más remedio que tocar el cable de fibra para conectarlo al aparato. Ocurre por ejemplo con compañías como Movistar que nos mandan el dispositivo con las instrucciones y basta con enchufar a la corriente, al puerto de fibra y al puerto de teléfono. Es fácil y no tiene complicación. Solo una: Movistar advierte de los riesgos a la hora de manipular el cable y de lo delicado que es. Así que sí, no tienes más remedio que tocarlo para enchufarlo, pero evita doblarlo o presionarlo con fuerza o enrollarlo porque el interior puede estropearse y no funcionará correctamente Internet, aunque tengas nuevo router.
Quiero mover el router de sitio
No puedes mover el router de sitio tú solo sin avisar a tu compañía para que un técnico se encargue de ello. Puedes hacerlo pero no es aconsejable y depende de las circunstancias y de dónde quieras moverlo. Es decir, pues moverlo unos centímetros si el cable llega bien y lo manipulas con muchísimo cuidado. Pero no moverlo tú a otra habitación o, en caso de que hayas hecho obra, quieras cambiarlo unos metros más hacia un lado. Moverlo tiene muchos riesgos y puedes romperlo, haciendo que deje de funcionar Internet. Es muy frágil y delicado. Al tratar de mover la roseta podrás tener problemas con el cable: doblarlo, enrollarlo o hacer nudos siempre es una mala idea porque vas a estropear el cable de fibra.
¿Puedo arreglarlo si se ha roto?
No puedes arreglar el cable de fibra si se ha roto salvo que seas experto. Será un técnico el que deba valorar si se puede fusionar o no (depende de las circunstancias o de los centímetros que haya disponibles) o si hay que sustituirlo al completo y hacer de nuevo la instalación metiendo un cable nuevo. Depende. El técnico podrá decidir si quiere empalmar las secciones rotas y fusionar o si hay que sustituirlo. Pero no es algo que puedas hacer tú solo porque generalmente ni tendrás una fusionadora ni sabrás usarlo. Por eso es mejor que no toques el cable de fibra si no quieres quedarte durante unos días sin Internet.