Con el paso de los años cada vez usamos más los diferentes servicios de almacenamiento en la nube que tenemos a nuestra disposición. Muchas empresas nos ofrecen espacio en sus servidores para que podamos almacenar contenidos propios de forma remota. Sirva como claro ejemplo de todo ello OneDrive, la propuesta de este tipo que nos presenta Microsoft.
Como os podréis imaginar este no es el único servicio en la nube disponible en estos momentos, disponemos de muchos más, incluso gratuitos. Para que os hagáis una idea, estas empresas que os comentamos suelen ofrecernos un espacio sin coste alguno pero un tanto limitado. Si llega el momento en el que queremos ampliar el mismo es entonces cuando tendremos que empezar a pagar una cuota por su alquiler. Esto es algo que sucede con el mencionado OneDrive de Microsoft con solo crear una cuenta gratuita de la firma.
Sin embargo, si por ejemplo pagamos una suscripción para utilizar la suite ofimática Microsoft 365, este espacio disponible para nuestro uso personal se incrementa hasta un tera. Lo primero que debemos tener en consideración es que aquí hablamos de un espacio remoto, es decir, reservado en los servidores de la empresa. Por tanto, todo ello nos servirá para ahorrar una buena cantidad de espacio de manera local en nuestro ordenador. Pero claro, se puede dar el caso de que en un momento determinado acabe nuestra suscripción a Microsoft 365.
De manera paralela aún dispondremos de multitud de archivos y carpetas almacenadas en nuestro espacio de almacenamiento mencionado. Es por ello por lo que, llegados a esta situación, muchos usuarios se preguntan qué va a suceder con toda esa información almacenada en la nube.
¿Pierdo mis datos de OneDrive al finalizar Microsoft 365?
Cabe la posibilidad de que a priori podemos pensar que, si no hemos hecho una copia de seguridad de esos datos, los perdamos. Es decir, que en el supuesto de que no hayamos descargado todos los archivos guardados o compartidos en nuestra cuenta de OneDrive antes de finalizar la suscripción a Microsoft 365, los perdamos en el momento en el que dejamos de pagar. Aunque quizá para muchos sería lo lógico, o para determinadas empresas, en realidad Microsoft no actúa de esa manera.7
Para que nos hagamos una idea de lo que sucedería en este supuesto, decir que si dejamos de pagar la suscripción a Microsoft 365 aún tendremos acceso a nuestros archivos y carpetas. Eso sí, esto sucederá, pero con ciertas restricciones. En concreto tendremos la posibilidad de ver, compartir y descargar los archivos que teníamos almacenados en el servicio de OneDrive. Por ejemplo, esto nos permitirá hacer una copia de seguridad en otra ubicación de todos estos contenidos antes de que se pierdan. De igual modo los podremos compartir con otros para que puedan bajar aquello que les interese en el caso de que sea necesario, al menos durante 12 meses.
Sin embargo, lo que no vamos a poder hacer es cargar más archivos. Al menos hasta que renovemos la suscripción pagando su precio. Además, tal y como nos informa la propia empresa de Redmond, en el caso de que pase mucho tiempo sin que renovemos la suscripción, nuestra cuenta quedará inmovilizada. Esto significará que ya no tendremos ni siquiera acceso a estos archivos y carpetas hasta que no renovemos la suscripción en el futuro.