Contar con una buena velocidad de Internet es un factor muy importante. Es esencial tanto si nos referimos a la bajada como a la subida. Sin embargo en muchas ocasiones podemos tener problemas. Pueden surgir fallos que provoquen que la velocidad de la conexión sea limitada e incluso muy inferior a la que tenemos contratada realmente. Vamos a hablar de las principales razones por lo que esto ocurre y también daremos consejos interesantes para conseguir mejorar la conectividad.
Tener una buena conexión, clave hoy en día
Si pensamos en la velocidad de Internet que teníamos hace unos años y la comparamos con la actual, veremos que la diferencia es abismal. Ha habido cambios muy importantes y mejoras más que notables, pero esto también ha ido ligado a un aumento de las necesidades de los usuarios, especialmente con el auge de los dispositivos móviles.
Tenemos cada vez más aparatos conectados en nuestros hogares. Muchos de ellos forman parte de lo que se conoce como el Internet de las Cosas, que son básicamente dispositivos como televisiones, bombillas inteligentes, reproductores de vídeo… El hecho de que haya más y más equipos conectados también implica la necesidad de tener velocidades superiores.
Por todo esto podemos decir que hoy en día es realmente importante tener una conexión de Internet que sea estable, que ofrezca buena calidad y por supuesto una gran velocidad tanto de bajada como de subida. Solo así podremos conectar más dispositivos sin ver cómo aparecen problemas.
Pero claro, esto no siempre ocurre. Son muchos los factores que podrían alterar el buen funcionamiento y llegar a producir pérdida de velocidad, cortes y otros errores típicos que vemos a la hora de navegar por Internet en nuestro día a día.
Por qué va lento el Internet y no llega la velocidad máxima
Siempre es importante conocer la causa de un problema. Solo así sabremos corregirlo posteriormente. Vamos a ver cuáles son los motivos principales para que la velocidad de Internet sea inferior a la que tenemos contratada. Esto es algo que ocurre a muchos usuarios y no siempre va a ser fallo de la operadora.
Mala colocación del router
Sin duda uno de los motivos más comunes por los que hay problemas de velocidad de Internet es tener una mala colocación del router. En la actualidad la mayoría de los usuarios conectan a través de la red inalámbrica. Esto hace que sea imprescindible tener una buena cobertura que permita que nos conectemos en las mejores condiciones.
Ahora bien, en muchas ocasiones los usuarios cometemos el error de colocar el router en cualquier lugar. Tal vez por comodidad, por ser más sencilla la instalación o por simple desconocimiento. Esto hace que se encuentre demasiado lejos de donde realmente vamos a conectarnos y se creen zonas muertas o espacios donde la señal llega muy débil y, por consecuencia, la velocidad de Internet es mala.
Estamos usando la banda del Wi-Fi incorrecta
Como hemos mencionado, el uso de la red Wi-Fi es realmente habitual hoy en día. Pero precisamente por esto pueden llegar problemas de velocidad. Tenemos la oportunidad de conectarnos tanto a la banda de los 5 GHz como a la de los 2,4 GHz. Cada una tiene sus puntos positivos y negativos. Básicamente podemos decir que la primera es la que ofrece mejor velocidad, pero es más sensible a la distancia. Lo contrario con la segunda.
Por tanto, si tenemos problemas de velocidad de Internet y nos llega bastante menos de lo contratado, podría ser porque estemos utilizando una banda incorrecta. Podríamos probar a conectarnos a la otra alternativa y ver cuál ofrece un mejor rendimiento según las circunstancias.
Saturación del canal
Otro punto a tener en cuenta es que el canal esté saturado. Aquí hay que indicar que la banda de los 5 GHz tiene más canales disponibles y por tanto vamos a tener menos problemas en este sentido. No obstante, es un problema que podría estar presente en ambos casos. Podría haber interferencias con routers de los vecinos.
Sería interesante analizar la saturación de los canales y ver cuál está más libre y poder conectarnos a él. Esto nos ayudará a mejorar el rendimiento de la conexión y no tener problemas de estabilidad y velocidad.
Uso de un cable antiguo
Si el problema llega por estar conectado a través de cable, sin duda puede ser debido a que estamos utilizando uno antiguo. ¿No nos llegan más de 100 Mbps y tenemos contratado mucho más? Puede que estemos sincronizando con el router a 100 Mbps o, lo que es lo mismo, que estemos conectados mediante Fast Ethernet.
Es importante hacer uso de cables que sean compatibles con Gigabit Ethernet y puedan ofrecernos una gran velocidad. De esta forma podremos alcanzar hasta 1 Gbps y poder tener fibra óptica simétrica de máxima velocidad sin que haya limitaciones. Debemos utilizar al menos un cable de red Cat 5E.
Problemas con el firmware de la tarjeta
La tarjeta de red es una pieza fundamental para nuestras conexiones. No importa si estamos utilizando un adaptador Wi-Fi o mediante Ethernet. Es muy importante que descartemos problemas con los drivers de la tarjeta. Esta podría ser la causa de que vaya lento o de que incluso haya cortes continuos.
A veces al actualizar Windows puede generarse conflictos con los dispositivos conectados. Los controladores podrían quedar obsoletos y eso se deriva en fallos continuos y problemas para utilizarlos con total normalidad.
Malware en el sistema
Por supuesto también hay que hacer mención al software malicioso. Son muchas las amenazas que hay en la red. Muchos tipos de virus que de una u otra forma pueden poner en riesgo nuestros equipos. Esta suele ser la causa de muchos problemas que nos encontramos en el día a día.
Por tanto, si vemos que la velocidad de Internet es lenta, que no nos llega lo que hemos contratado, deberíamos asegurarnos de que no hay algún tipo de malware. Podemos realizar un análisis del sistema y ver que todo está bien.
Cómo lograr la mejor velocidad de Internet
Después de ver las principales causas que pueden provocar que la velocidad de Internet sea lenta, vamos a pasar a dar algunas recomendaciones interesantes con las que podemos mejorar la conexión. De esta forma evitaremos problemas, pero también podremos corregir errores que puedan estar afectando en un momento dado.
Tener el router en el lugar correcto
Lo principal para lograr la máxima velocidad, y teniendo además en cuenta que la conectividad inalámbrica tiene un papel tan importante, es colocar bien el router. Hay que ponerlo en una ubicación central de la vivienda, alejado de paredes y muros, así como evitar poner cerca otros dispositivos electrónicos que puedan interferir en la señal.
El objetivo es evitar las temidas zonas muertas. Hay que lograr que la señal llegue bien donde realmente la vamos a necesitar. En caso de que solo vayamos a conectarnos desde un espacio reducido de la vivienda, sería interesante poner allí cerca el aparato y así aprovechar al máximo la cobertura.
Utilizar amplificadores de red
Si estamos conectados por Wi-Fi y tenemos problemas de velocidad, una opción muy interesante y que podemos tener en cuenta es la de hacer uso de algún dispositivo que mejore la señal. Tenemos diferentes opciones, como pueden ser repetidores, sistemas Mesh o dispositivos PLC.
Estos equipos van a ayudar a que la señal llegue mejor. El objetivo es cubrir principalmente las zonas desde donde vamos a conectarnos e incluso dar la posibilidad de ofrecer conectividad mediante cable, algo que muchos amplificadores ofrecen.
Mantener todo actualizado
Es esencial tener nuestros equipos actualizados, así como contar con la última versión del firmware de la tarjeta de red, sea inalámbrica o de Ethernet. Para ello en Windows debemos ir a Inicio, vamos a Administrador de dispositivos, Adaptadores de red y allí seleccionamos el que nos interesa. Tenemos que hacer clic con el botón derecho y le damos a Actualizar controlador.
Lo mismo debemos hacer con el propio sistema operativo. Es básico para conseguir el máximo rendimiento y evitar problemas que puedan afectarnos. Siempre debemos contar con las últimas versiones que haya disponibles para nuestros dispositivos.
Tener el equipo siempre seguro
En este sentido tenemos un amplio abanico de opciones. Podemos instalar antivirus y otras herramientas, como por ejemplo un firewall o incluso extensiones para el navegador. Es algo que debemos aplicar a cualquier tipo de sistema operativo o dispositivo que estemos utilizando.
Hay que tener en cuenta que son muchas las amenazas que hay en la red y muchas de ellas además pueden afectar a la velocidad de Internet. Esto hace que debamos en todo momento preservar el buen funcionamiento de nuestros equipos.
Utilizar hardware adecuado
¿Estamos usando una tarjeta de red antigua o que tiene algún problema? ¿Los cables de red y el dispositivo que utilizamos están en buen estado? Todo esto puede influir. Siempre debemos utilizar hardware en buen estado, actualizado y que cumpla con los requisitos para lograr que la conectividad sea lo mejor posible.
Hemos hablado de que son diferentes los factores que pueden influir para conectarnos a la red y tener realmente la velocidad contratada. Uno de ellos va a ser todo lo relacionado con el hardware. Todo el conjunto de dispositivos que son necesarios para navegar.
En definitiva, si tenemos problemas de velocidad de Internet y no nos llega lo que tenemos contratado realmente, podemos tener en cuenta estos consejos que hemos dado. El objetivo es lograr que la navegación sea correcta y no tener ningún tipo de fallo.