Siempre se ha comentado que el ciclo de vida de un portátil cada vez es más corto y que, con un uso progresivo, puede volverse más lento de lo habitual. En parte, es cierto, pero no por acumular más años hay que dejarlos en el olvido y querer deshacernos de él. Además de proporcionar a tu portátil un buen mantenimiento, vamos a describir qué opciones tienes para ahorrar en un equipo nuevo y dar una segunda oportunidad al que posees actualmente.
Llevar mucho tiempo usando el mismo portátil no tiene por qué ser malo, siempre y cuando haya alguna manera de actualizar sus componentes o realizar diferentes configuraciones en Windows para permitir que las tareas se lleven a cabo con mayor productividad. Así, podrás prolongar su uso durante un tiempo extra sin necesidad de desembolsar una buena cantidad de dinero. De tal forma que, si estabas decidido a comprar un nuevo dispositivo, puede que lo reconsideres en las siguientes líneas con estos consejos.
Instalar un SSD
En esta ocasión, de todo el importe que hayas ahorrado, puedes destinar un porcentaje a la adquisición de un disco duro sólido o un SSD, y así guardar el dinero sobrante para otro momento. Esta es una de las primeras pautas que debes considerar para que el rendimiento de tu portátil mejore sustancialmente, ya que los SSD alcanzan una velocidad de lectura 5 veces superior a la de los discos duros convencionales.
Además, notarás una mejoría al instante al arrancar tu portátil, ya que iniciará Windows en unos pocos segundos gracias a la integración de su memoria flash. También verás que las aplicaciones se abren enseguida y que incluso los juegos que instales carguen mucho más rápido entre pantallas. Sin duda, una de las decisiones más acertadas si quieres tener un portátil como nuevo.
Elimina las aplicaciones que no uses
Un disco duro repleto de aplicaciones, fotos, vídeos y otros documentos puede llegar a empeorar el funcionamiento de tu portátil. Tener el almacenamiento lleno provoca que el sistema se ralentice. Por ello, es de vital importancia tener un disco duro externo a mano para pasar toda la información y que quede totalmente resguardada.
Además, el borrado de programas o archivos que estén ocupando espacio sin que apenas los uses, es una garantía para que tu equipo vaya mucho más fluido que antes. No obstante, es preciso tener ordenado tu escritorio para saber qué aplicaciones tienes que borrar y con cuáles te quedas.
Reemplaza la batería
Otra de las opciones que tienes sobre la mesa de darle un soplo de aire fresco a tu portátil de una forma más económica es mediante el cambio de una nueva batería. Sabemos muy bien que la batería de los portátiles son las que más sufren y con el paso de los años van perdiendo durabilidad, así que no queda otra que reemplazarla.
Esta situación hará que alargues la vida útil del portátil durante algún tiempo, pero también evitará que tu portátil se sobreesfuerce y termine empeorando la velocidad de procesamiento.
Vuelve a instalar Windows
Por consiguiente, es posible que el causante del problema sea algún virus o malware que esté provocando que tu portátil no rinda lo suficiente como para llevar a cabo tus tareas con solvencia. Si con antivirus no logras solucionarlo, lo mejor será que reinstales Windows para dejar tu dispositivo como nuevo y actualizar a la última versión.
La última opción es probar con un sistema operativo diferente, como es el caso de Ubuntu o ChromeOS, que suelen ser más livianos y consumen menos recursos que Windows.