Nadie quiere que la conexión Wi-Fi se caiga una y otra vez. Y mucho menos cuando nos pilla trabajando, jugando o, básicamente, utilizando Internet. Por esto mismo, no viene nunca mal conocer qué es lo que se puede cambiar para mejorar la estabilidad de la red inalámbrica de casa. De esta manera, nos podremos olvidar para siempre del típico problema que se desconecte y se conecte varias veces al día.
Con estos seis simples cambios vamos a poder decir adiós para siempre a una conexión inestable. Y, por supuesto, conseguiremos evitar el problema de que el WiFi se desconecta solo. ¿Qué hay que hacer? Eso es justo lo que vamos a ver a continuación.
Cómo tener una conexión estable WiFi
Son muchos los motivos los que pueden haber llevado a que la conexión de Internet en casa no sea la mejor posible y se corte el WiFi. Por esto mismo, vamos a ver una serie de cambios que podemos hacer rápidamente para corregir este problema y mejorar la estabilidad de la red inalámbrica de casa:
Cuidado con las interferencias
Uno de los primeros puntos que hay que valorar es si existen o no interferencias que puedan provocar que la conexión inalámbrica se caiga a cada rato o varias veces a lo largo del día o la semana. Por esto mismo, lo mejor en estos casos es que no tenga otros dispositivos electrónicos cerca que puedan influir en la red WiFi del router. Y no solo esto, sino que, dependiendo del tipo de pared, puede llegar obstaculizar la señal de la conexión y perjudicar a su velocidad.
Usa correctamente las bandas Wi-Fi
Otro aspecto que no podemos olvidar es que, para evitar saturar la red, podemos conectar los dispositivos de casa a bandas del Wi-Fi distintas. Por ejemplo, encontramos la banda de 2,4 GHz o 5 GHz. Por lo que, al menos en la mayoría de los dispositivos hoy en día, nos encontramos con la suerte de poder elegir a qué red nos queremos conectar.
Además, un detalle importante es que la banda de 2,4 GHz es más estable cuando estamos lejos del router. En cambio, si necesitamos más velocidad y estamos cerca del equipo, lo suyo es que nos conectemos a la banda de 5 GHz. Incluso, esta última es más estable si hay posibles interferencias de otros aparatos. Aunque, aquí juega un papel clave la distancia a la que nos encontramos del router.
Amplía la cobertura de la red
Si en tu caso pierdes la señal de la red inalámbrica cuando vas a diferentes partes de tu casa, lo que podemos hacer es amplificar la cobertura WiFi con repetidores, dispositivos PLC o sistemas Mesh. Son varias las posibilidades, por lo que te recomendamos que eches un ojo a las opciones que tienes para aumentar la señal inalámbrica en casa. De esta forma, vas a tener mayor posibilidad de acertar en lo que estabas buscando.
Problema de seguridad
Está más que demostrado que un fallo en la seguridad de un dispositivo puede provocar que se desconecte del WiFi. Por lo tanto, aquí no entra en juego el router, sino que habrá que revisar que los equipos que usamos, como ordenadores, móviles, tablets, no tienen ningún tipo de malware. Existen muchas herramientas de antivirus gratuitas o de pago con las que podremos comprobar si el dispositivo está libre de amenazas.
Actualiza el router y los dispositivos
La actualización de los dispositivos electrónicos es importante. Más que nada, porque los diferentes fabricantes podrían haber añadido algún cambio en el software de los aparatos para que mejore su funcionamiento. Y no solamente nos referimos a actualizar el router, también los móviles, los controladores de WiFi del ordenador, etc. De esta forma, vamos a conseguir tener una mayor estabilidad en la red inalámbrica de casa.
Mala ubicación del router
Esto se relaciona de manera directa con el primer consejo que os hemos dado. Y es que, si tenemos mal colocado el router en casa, estaremos influyendo de manera positiva o negativa a la estabilidad de la red inalámbrica del dispositivo. Por lo tanto, lo ideal es colocar el router en una zona elevada para que la señal no se vea interferida por otros dispositivos. Además, en estos casos, también toca ver en qué lugar de la casa lo ponemos. Lo suyo es situar el equipo en una zona en la que la cobertura pueda llegar a todas las habitaciones del hogar por igual.