Cuando todo va bien, no importa cómo funciona algo. Si has contratado fibra óptica y obtienes una conexión de gran velocidad, poco interés tienen los entresijos para que todo vaya bien. Pero esto cambia cuando algo falla. Cuando tu conexión no te permite jugar online entonces te preguntas si la cobertura es la adecuada, si el router falla o qué es la NAT de la que todos hablan.
Hay muchos elementos que influyen en que la conexión a Internet funcione como debe. En ocasiones, el problema está en el servicio al que intentas acceder. Otras veces es la red en general. Otras, la red de tu proveedor. No es frecuente pero tampoco imposible. En el mejor de los casos, tienes problemas de conexión pero reiniciando tu Router Movistar se resuelve.
Pero a veces surgen acrónimos de tecnologías o protocolos que hacen posible que estés leyendo este artículo en tu smartphone, tablet u ordenador. Cuando fallan, obtenemos mensajes de error o simplemente no carga la página o servicio al que queremos acceder. Direcciones IP, servidores DHCP, servidores DNS o NAT, el tema que nos ocupa.
¿Qué es la NAT?
Respuesta rápida. NAT es el acrónimo de Network Address Translation, traducido como Traducción de direcciones de red. Respuesta larga. NAT es, según Wikipedia, “un mecanismo utilizado por routers IP para cambiar paquetes entre dos redes que asignan mutuamente direcciones incompatibles. Consiste en convertir, en tiempo real, las direcciones utilizadas en los paquetes transportados. También es necesario editar los paquetes para permitir la operación de protocolos que incluyen información de direcciones dentro de la conversación del protocolo”.
Una manera sencilla de explicar qué es la NAT consiste en definirla como una especie de traductor que pone en contacto distintos dispositivos y equipos conectados a Internet. Tal es la variedad que con cierta frecuencia se pueden dar incompatibilidades entre ellos. El trabajo de la NAT es hacer posible esa comunicación.
Un detalle a tener en cuenta es que hay tres tipos de NAT en función de la buena conectividad entre tu computadora o videoconsola y el servidor de juego: abierta, moderada y estricta. La NAT Tipo 1, abierta, no requiere traducción para que la conexión funcione. La más habitual es la NAT Tipo 2, moderada, que implica que los puertos del router están abiertos, que nuestro dispositivo tiene una IP fija o que tenemos activada la función DMZ. La NAT Tipo 3, estricta, ofrece una conectividad limitada, por lo que no todas las funciones y servicios operarán correctamente. Cuando vas a jugar online desde una consola de videojuegos, por ejemplo, es habitual encontrarte con una NAT Tipo 2.
El problema es que no siempre la NAT logra su propósito. La consecuencia es que podemos ver en pantalla un mensaje tipo “Unable to Connect to the Other console(s). NAT traversal process has failed”. En castellano, vendría a decir, “No se puede conectar con la(s) otra(s) consola(s). El proceso de cruce de NAT ha fallado”.
¿Cómo influye la NAT a los juegos online?
Decíamos que la NAT pone en contacto equipos y dispositivos de distinto tipo. O mejor dicho, traduce distintos protocolos para que la conexión sea transparente e inmediata. Y esto es importante si jugamos online porque estamos accediendo a servicios distintos entre sí.
Desde acceder al servidor del juego online a iniciar sesión con tu usuario a la plataforma del creador del juego. Desde reproducir música de Spotify mientras juegas a hablar con los demás jugadores a través de chat de voz, que emplea un protocolo propio independiente del juego en sí mismo. Eso sin contar con las tiendas donde comprar los juegos en formato digital.
En función del router, del dispositivo para jugar online o del tipo de conexión, podemos encontrarnos con problemas o errores de NAT con determinados jugadores o servidores y con otros no. Las consolas de videojuego permiten ver qué tipo de NAT estamos disfrutando, normalmente Tipo 2, cuando analizamos nuestra conexión a Internet.
¿Cuál es la solución a los problemas de NAT?
Ahora que ya sabemos qué es la NAT. Según el tipo de problema que tengamos con la NAT, la solución está en nuestras manos o en las de la persona con la que queremos jugar. Sin embargo, por regla general, tenemos a nuestro alcance ciertas prácticas para mejorar nuestra conexión.
La principal solución consiste en abrir los puertos que emplean los dispositivos de juego. Esto es habitual en consolas de videojuegos. Si juegas con PlayStation 4, PlayStation 5, Xbox One o Xbox One Serie X o Serie S, abriendo los puertos lograrás tener una NAT Tipo 2 con la que jugar online sin problemas.
Con ayuda del Portal Alejandra podrás abrir los puertos de tu Router Movistar en segundos y con relativa facilidad. Encontrarás más información en este artículo.
Otra posibilidad consiste en asignar una IP fija a la consola de juego. En el Portal Alejandra también puedes realizar esta gestión. Y en casos más drásticos, emplear una DMZ tal vez resuelva tus problemas con la NAT. Sin embargo, hay que tener en cuenta ciertas precauciones, como vimos en este artículo sobre DMZ.