Hace algún tiempo en Genbeta hablamos de Windowsfx, una distribución Linux un tanto extraña y que hace todo lo posible por ser un clon de Windows 10. Su ventaja, además de que te deja instalarla hasta en una Raspberry Pi, es lo obvio: su interfaz se parece mucho, pero muchísimo, a la de Windows.
Ahora, aunque está en versión preliminar (al igual que Windows 11), ya tenemos un Windowsfx 11: un distro basada en Ubuntu 20.04 LTS que usa KDE como entorno de escritorio. Gracias a esto último, la personalización del tema que usan ha podido llegar tan lejos y parecerse tanto al próximo sistema de Microsoft.
De LinuxFX a Windowsfx
Windowsfx 11 está basada en la misma distro que Windowsfx 10: LinuxFX, un proyecto que nació hace mucho tiempo pero que ha cambiado bastante con el tiempo. El código de esta distro no es público y solo ofrecen descargas de sus ISO a través de SourceForge.
Aunque la distro y todas sus funciones son gratis, también ofrecen una versión de pago cuya licencia cuesta 20 dólares, y con la que ofrecen gestión de archivos de OneDrive, Microsoft Active Directory, asistente de voz con la tecnología del asistente de Google, y soporte de parte del desarrollador.
Windowsfx viene con Wine 6 incluido para que los usuarios puedan usar la mayoría de ejecutables (.exe) de programas para Windows, aunque esto no garantice que vayan a funcionar todos o correctamente.
Este sistema es interesante al menos desde el punto de vista de la interfaz y lo bien que imita el aspecto de Windows 11, pero también me deja algunas dudas. Es probablemente el hecho de que sea un proyecto cerrado lo que más me cause algo de desconfianza, cuando se quiere plantar como alternativa a Windows y realmente no tiene mucha reputación sobre la que sostenerse en la comunidad a diferencia de otras opciones como Zorin OS por ejemplo.